Hola amigo, primero quiero pedirte disculpas por si te quito unos minutos de tu vida (esto es importante, porque el tiempo es oro).
El caso es que con el covid-19 algo del tiempo de nuestra vida hemos perdido, nos han obligado a cambiar de hábitos, a dejar de hacer esas pequeñas cosas que nos daban satisfacción; pero somos inteligentes, nos adaptamos y hasta aprovechamos para poner al día la casa, los recuerdos y los amigos, gracias a la tecnología, bendito siglo XXI.
Hasta aquí, ese sentimiento de estupor que nos envolvía, puesto que era mundial, Dios, mundial, nos convertía en parte de un todo, ¿qué giro más brutal, no? ¿Y ahora qué? Me gustaría proponerte, por si te parece bien, algo que sale de este corazón, que es viejo; pero más sabio por ello: No dejes que te envuelva otra vez esa ansia por acudir a todo, bien, hay que cumplir con las obligaciones; pero recuerda que la vida es un milagro, aprovéchalo, disfruta de todas las maravillas de “nuestro” planeta “agua”, obsérvalo, su riqueza de color, su ritmo, su energía, eso llenará tu espíritu de paz, comprenderás que tú eres parte de un todo y por eso importas.
También, deberíamos agradecer todo esto, a lo que todos tenemos derecho, cuidándolo, respetando su ley y a Él.